23 septiembre 2011

GONZALO GRAU Y "PLURAL" - LA RECETA EN CONCIERTO



El músico venezolano Gonzalo Grau sigue cosechando éxitos a nivel internacional y en su país, con premios en su haber como la nominación al Grammy 2009 y el más reciente, el premio como mejor compositor de Europa del año 2011 por su oratorio “AQUA” otorgado por el Festival de Orquestas Juveniles de Alemania.

Gonzalo Grau vuelve a Venezuela despues de su mas reciente triunfo internacional, el estreno de su obra "AQUA", el oratorio que le ha merecido el premio como mejor compositor de Europa 2011 otorgado por el Festival de Orquestas Juveniles de Alemania a presentarnos su primer disco con su proyecto venezolano Gonzalo Grau y "Plural", LA RECETA, acompañado de David "Zancudo" Peña en el bajo, Alonso Toro en los saxos y otros instrumentos de viento, y Diego "El Negro" Alvarez en la percusión.

Esta nueva producción discográfica será bautizada en una única presentación en la ciudad de Caracas el día sábado 08 de Octubre 2011 a las 8:00 pm en el auditorio del colegio Emil Friedman en una celebración muy especial llena de sorpresas y artistas invitados de la talla de David Moreira, Isabel Palacios, Diego Cabrujas, y miembros de la banda Sigilosa, entre otros.

En el año 2009 tuvimos el gusto celebrar con Gonzalo Grau y Plural, en tres inolvidables presentaciones, su nominación al Grammy 2009 en la categoría de mejor álbum tropical latino por su disco “Frutero Moderno” el cual grabó con su grupo internacional La Clave Secreta. En esta oportunidad Gonzalo Grau y “Plural” presentarán a su público el repertorio extraordinario que estará incluido en esta nueva producción discográfica LA RECETA que contará con los temas que escuchamos en el 2009 y con nuevos temas que serán de estreno en esta única presentación.



Foto: Claudia Rodríguez


Para más información cantarteproducciones@gmail.com, @cantarteprod



08 septiembre 2011

JOE ARROYO "EL REY DEL CARNAVAL"


Fue conocido en su tierra natal como El Rey del Carnaval de Barranquilla y su impacto fue fundamentalmente en el bailador, no obstante que los temas que interpretaba asumían la crítica social, como "Rebelión" y "La Guerra De Los Callados", y hasta la temática religiosa, como "Omnipoptente", "El Niño Dios" y "Dale Gracias Al Señor".This e-mail address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it

Joe Arroyo fue el cantante de salsa más exitoso que ha dado Colombia y a nivel sudamericano hubo un momento en que le pisó los talones a Oscar D´León. Su partida deja un gran vacío en esa corriente de la salsa que, antes que nada, se hace en función del gran público bailador. Y el colombiano fue uno de los mejores en este aspecto del negocio de la música
.

Álvaro José Arroyo González vino al mundo en Cartagena de Indias el primero de noviembre de 1955. Tuvo 39 hermanos por parte de padre y pasó su infancia en el barrio Bruselas de Cartagena. La situación económica era muy dura pero gracias a su madre Angela González capeó esta difícil etapa de su vida. Quizá para sobrellevar las penurias materiales, Arroyo desde muy niño estuvo metido en el mundo de la música y la bohemia, cantando por primera vez en público a los ocho años en un local de dudosa reputación.

Paradójicamente, las virtudes vocales del joven Joe eran apreciadas tanto en el coro de la catedral, en el que tenía destacada participación, como por sus incursiones nocturnas en tugurios poco recomendables, como La Tuerca, donde era toda una estrella aclamada por los parroquianos y damas de la noche.

Al ser descubierto fue expulsado del coro y del colegio. Sin embargo, Joe Arroyo contaría años después que ante la visita de un connotado obispo a la ciudad, el mismo director del colegio fue a su casa a rogarle que regresara al colegio y volviera a cantar en el coro.

FRUKO Y THE LATIN BROTHERS

Un hecho que marcaría la vida del intérprete de "Pa´l Bailador" fue la primera visita que Richie Ray y Bobby hicieran a Colombia en 1968. Arroyo siempre admitió que esta fue su gran influencia y, de ahí en adelante, decidió dedicarse a la música en serio. Formó parte de Los Caporales del Magdalena y Los Corraleros del Majagual, donde conoce a Julio Ernesto Estrada “Fruko”, logrando amistad con el bajista.

Para 1971, luego de haber sido parte de Los Corraleros del Majagual, se mudó a Barranquilla y es contratado por el sello Fuentes donde se reencuentra con Fruko y pasó a ser una de las voces características de las agrupaciones Fruko y sus Tesos y The Latin Brothers.

En 1975 Joe Arroyo grabó con The Latin Brothers "Patrona De Los Reclusos", un tema que obviando las carencias de índole musical, se ha convertido, al menos en el Perú, en una suerte de declaración de principios entre la gente que se encuentra en prisión. También popularizaría con esta orquesta "El Son Del Caballo".

Pero es con la agrupación hermana, Fruko y sus Tesos, con la que Arroyo alcanzaría sus mayores éxitos en la década del setenta como "Los Patulekos", "El Cocinero Mayor" y "Catalina Del Mar". Incluso, en pleno 1977, su versión de "El Negro Chombo" superó largamente en popularidad en el Perú al tema homónimo que ese mismo año publicara Tommy Olivencia con la parte vocal de Paquito Guzmán y la producción de Luis “Perico” Ortíz.

En ello influyó el sonido más emparentado con la cumbia que con la salsa propiamente dicha, como se evidenció en otros temas popularizados por ambas orquestas como "Buscándote", "El Patillero", "Baílame Como Quieras" o "Fuma El Barco".

PA´L BAILADOR

En 1981 se lanzó como solista con su propia orquesta a la que bautizó La Verdad “pues llevaba mucho tiempo hablando de ello y empezaron a decir que esa orquesta era la mentira, así que la llamé La Verdad” (1)

No obstante junto con el despegue en su carrera empezaron los problemas de salud. Las noches de bohemia estaban pasando la factura a pesar que Joe Arroyo aún no cumplía los treinta años. Pero el artista prosiguió con su proyecto, cuyo legado más relevante es la creación de lo que él mismo denominó el joesón, un estilo muy particular que fusiona la salsa con el reggae, la cumbia, el porro y sobre todo el chandé, que incorpora a la cumbia elementos africanos, y que sintetiza las diversas influencias que asume Colombia en el espectro musical.

A mediados de 1986, y en pleno reinado de la denominada balada en salsa, un tema empezó a escucharse con insistencia en la radio. Se trataba de "Rebelión" que en clave de son contaba las viscicitudes de la esclavitud. Este tema, también conocido por los bailadores como "No Le Pegue A La Negra" fue el inicio de una escalada de temas que significaron la consagración definitiva del cantante.

Así, Joe Arroyo inundó la segunda mitad de los años ochenta con una serie de éxitos como "La Noche", "La Guerra De Lo Callados", "Me Le Fugué A La Candela", "Fuego En Mi Mente", "En Barranquilla Me Quedo". No hay dejar de mencionar "Ban Ban", recreación del viejo boogaloo "Bang Bang" de Joe Cuba y "Las Cajas", nueva versión salsosa de la inmortal plena de Mon Rivera.

El mérito de Arroyo fue imponerse en un momento especialmente difícil para la salsa gestada en Nueva York y Puerto Rico ante el auge de la salsa monga. El colombiano, no obstante que su propuesta estrictamente musical puede llenarse de críticas por sus excesivas concesiones comerciales, se mantuvo en la cresta de la ola y logró consolidarse como un referente cultural en tanto artista popular, como Carlos Gardel, Felipe Pirela, Julio Jaramillo, Héctor Lavoe o nuestro Lucho Barrios.

Quede como prueba de nuestra afirmación que hasta el día de hoy, no hay fiesta popular en la que no se deje de poner, al menos, un tema de Joe Arroyo para beneplácito del bailador.

EL REY DEL CARNAVAL

Joe Arroyo no sólo incursionó en la salsa. Su álbum El Rey Del Carnaval (Vedisco 1259) es una buena muestra del abanico de ritmos que trabajó el colombiano como la maestranza, gaita, chandé, cumbia, cumbión, guajira y fandango.

En 1991 debutó en la compañía Sony con Toque De Clase (Sony 80716), un proyecto que a pesar de contar con la participación de su ídolo Bobby Cruz en el tema "Omnipotente" y la participación del eximio flaustista cubano José Fajardo, no alcanzó los niveles de venta logrados con au anterior casa discográfica Fuentes. Sin embargo, Joe seguía evidenciando su calidad al momento de sonear. Entre sus trabajos posteriores, grabados entre 1995 y 1998, destacan Sus Razones Tendrá (Sony 81475), Mi Libertad (Sony 81806), Reinando En Vida (Sony 82239) y Deja Que Te Cante (Sony 82650).

El problema en estos discos, como apunta el español José Manuel Gómez en su Guía Esencial De La Salsa es que “el dilema es que Joe graba en Miami en esta etapa con Sony. Ya no hace música para Barranquilla, ni para Cali”.

En 2003 regresó a Fuentes grabando Arroyo Peligroso, Se Armó la Moña y El Super Joe, publicado en 2007 y que se constituyó en su último disco.

El 27 de junio de 2011 fue internado en la clínica Asunción de Barranquilla, al norte de Santa Fe de Bogotá, en la unidad de cuidados intensivos, permaneciendo conectado a un respirador artificial debido a una crisis hipertensiva y edema pulmonar, entre otros problemas renales y cardíacos. Coincidentemente, por esos días se empezó a transmitir por el canal RCN una telenovela basada en su vida. Casi un mes después de ser ingresado, Joe Arroyo nos dejó el 26 de julio de 2011. Por una paradoja del destino, el capítulo final de la telenovela tendrá que ser reescrito para incluir la partida de este singular cantante.



07 septiembre 2011

EDDIE PALMIERI - THE POWER OF THE PATRIARCH

[ccpalmieri]

Eddie Palmieri slid into a booth at the Copacabana, next to a column resembling a plaster cast of a palm tree. The décor was a throwback to this newly reopened Manhattan nightclub's namesake, a mid-20th-century hotspot. It recalled a moment when mambo was ascendant and the Afro-Cuban musical tradition deepend its elemental presence within New York's cultural identity.

Mr. Palmieri grew up in that environment. Now 74, as a pianist and a bandleader he is the patriarch of Latin music in the U.S.

"It was important that commercial radio played the Latin orchestras back then, which doesn't happen anymore," he said. "We could all hear the Machito Orchestra, the Tito Puente Orchestra and the Tito Rodriguez Orchestra—the three heavies—every day. I heard it when I was out playing stickball in the street."

Mr. Palmieri was born in Harlem to Puerto Rican parents, who moved the family to the Bronx when he was 6. His uncles played guitar and sang boleros. His father was an electrician, his mother a seamstress. The whole family invested in a luncheonette called El Mambo. "I manned the juke box," he said. "The best one in the neighborhood."

Mr. Palmieri, whose style as pianist is devastatingly percussive, first fell in love with the timbales, the metal-cased drums associated with Latin music. "I played timbales for a while," he said. "But my mother wanted me to be a pianist, so she bought me heavy metal cases to lug around the drums. She'd say: 'Your brother doesn't have to carry those cases. When will you learn?'"

Mr. Palmieri began, he said, as "Charlie's little brother." Nine years his senior and a distinctive pianist himself, Charlie was already playing with Tito Puente's orchestra when Mr. Palmieri was in his teens. It was Charlie who, in 1956, helped Mr. Palmieri gain the pianist spot in a group led by Vincentico Valdés, who had sung with Mr. Puente.

That's the moment originally intended for commemoration through a new "50th Anniversary DVD" (Eddie Palmieri Music), documenting a 2006 concert by Mr. Palmieri's orchestra at Bushnell Auditorium in Hartford, Conn. Though it was delayed due to technical issues, the DVD release works even better now, anniversary-wise: Leading his orchestra through two sets at the Copacabana on Tuesday night in celebration, Mr. Palmieri will mark 50 years since the formation of his first group, Conjunto La Perfecta.

With its unusual frontline of two trombones and a flute, La Perfecta announced a new sound—bold and hard-edged, in stark contrast to the plush Afro-Cuban orchestras and more courtly charangas, featuring violins and flutes, of the day. This instrumentation owed to practicality, said Mr. Palmieri; production budgets were limited and trumpeters (the more common lead horns) commanded high fees. But La Perfecta more reflected a partnership formed at a Bronx social club, Tritons, between Mr. Palmieri and trombonist Barry Rogers, whose own powerhouse playing matched the pianist's intensity. "He was a true genius," said Mr. Palmieri. "And our minds melded."

La Perfecta was innovative in other ways. The group shattered the recording format's customary 3½-minute barrier with its 8½-minute 1965 hit "Azúcar," one of several classics reprised on the new DVD. "We had no choice," said Mr. Palmieri. "It was already a hit in the streets for two years, so there was no way we were going to change the way we played it." By 1968, the group was gone (Mr. Palmieri has revived it, thrillingly and in slightly altered form, since 2002).

Mr. Palmieri's career traced a restless and inventive path without ever losing its footing in dance-oriented rhythms, always showcasing his remarkable piano playing—characterized by pungent harmonies, stinging dissonances and sheer power. Several of his recordings can be credited with helping develop nascent styles, from salsa to Latin jazz. And a 1981 album titled simply "Eddie Palmieri" (commonly called "The White Album") is a masterpiece that defies category, as beautifully orchestral (with arrangements that include French horn and bassoon) as it is hard-driving.

Though his music has long blended modern jazz with Afro-Cuban rhythms, jazz did not come easily to Mr. Palmieri. "I hated jazz when I was younger because I couldn't comprehend it," he said. Again, the relationship with Rogers was key, at first through exchanged albums. "I'd give him a Celia Cruz and he would give me a Thelonious Monk," he said. "I'd give him one by [Cuban trumpeter] Chappotín and he'd give me Miles Davis's 'Kind of Blue.'"

Once immersed, he found the challenge of Latin jazz daunting. "How do you satisfy the jazz musician's desire for harmonic complexity, what he needs to solo, while also getting the right reaction out of the rhythm section, which is an entirely different kind of complexity?" he asked. "How do you satisfy both, and not have one less important than the other?" He did so definitively with his 1994 album "Palmas," introducing what he calls his Afro-Caribbean jazz group, still the most elegant and forceful expression of such balance.

A 1975 Time magazine article on salsa music's rise began with an image of Mr. Palmieri at the piano. But for him, the word "salsa" is a misnomer. "It shows a lack of respect for specific rhythmic patterns that each have proper names," he said with a wince. He winced more deeply at the mention of the Grammy Awards, despite having won nine to date, including the first ever for Latin music, in 1975, for his album "The Sun of Latin Music." Regarding a recent decision by the National Academy of Recording Arts and Sciences to eliminate 31 categories, including Latin jazz, he said: "It's an insult that hurts. It's a Grammy scar. And it makes no sense."

Yet his eyes brightened as the conversation returned to musicians—to, say, trumpeter Brian Lynch, with whom he's worked for more than 20 years, including the Grammy-winning 2006 collaboration "Simpático" ("he keeps pushing me to take more and more chances"), and to bassist Luques Curtis, whose performance on the DVD came early in his assocation with Mr. Palmieri. "He's filled up my soul in brand-new ways," he said of Mr. Curtis, "but I can't hold him. He's just that good."

Any conversation with Mr. Palmieri eventually gets around to musical theorist Joseph Schillinger, whose ideas he absorbed through studies with the singer and guitarist Bob Bianco. With animated gestures, Mr. Palmieri described mathematical principles underlying the manipulation of musical axes to establish balance and create imbalances. It took Schillinger's ideas, he said, to finally unlock for him the secrets of the classic Afro-Cuban dance orchestras. "What Schillinger helped me to understand is that there is a way to engineer excitement through musical structure. I don't guess that I'm going to excite you. I know it."



SPANISH HARLEM ORCHESTRA: “IMAGENES LATINAS”

  Oscar Hernández and the Spanish Harlem Orchestra [SHO] have set the bar so high for the kind of Afro-Caribbean ensemble musicianship ...