
Saludos estimados visitantes, en esta oportunidad presentamos una breve reseña del mas importante trombonista de la salsa en las décadas de los sesenta y setenta quien nos contagió de ese feeling particular de quien nace en el Bronx e influenció a grandes trombonistas de la escena. Parte fundamental del grupo "La Perfecta" del maestro Eddie Palmieri en sus primeras décadas y líder incuestionable de la sección de vientos de Fania All Stars. Hoy es recordado por su aporte incalculable al desarrollo de la salsa.
Barron W. Rogers nació en el Bronx el 22 de mayo de 1935 y se crio en el Spanish Harlem. Descendiente de una familia judío polaca, los cuales emigraron a Nueva York, vía Londres, el apellido original de Barry era Rogenstein, lo que él varió a Rogers. Su familia poseía una fuerte musicalidad, su padre y varios de sus tíos cantaban en el coro de Joseph Rosenblatt uno de los grandes cantores del siglo XX, y su madre le había enseñado acerca de África, México y otros lugares que inspiraron un interés en la música y cultura de otras naciones. Además de estas bases de conocimientos, el mambo y el jazz eran simplemente géneros populares que se escuchaban frecuentemente en el barrio.

Rogers inició su carrera en la musica latina a mediados de la década de 1950 y sería el trombonista mas ligado al genero desde entonces, sin embargo, es sorprendente saber que Rogers fue un autodidacta del instrumento que le dio fama, ya que nunca recibió una lección para aprender su ejecución. Eso sí, su talento natural y una perseverancia en alcanzar la perfección, lograron la maestría reconocida por todos, no sólo en el trombón, sino también en otras facetas de la música como los arreglos, los aspectos técnicos en un estudio de grabación, la producción e incluso el dominio de otros instrumentos como el tres cubano (logrado en base a estudiar a fondo la música cubana y sus figuras, en especial a Arsenio Rodríguez). Es más insólito aún saber que físicamente, al menos en sus inicios, Barry sufría para tocar el trombón (muchas veces se le abría el labio), debido a la agresividad y al ritmo agitado (ya que también hacía coros) que mostraba en sus actuaciones. Incluso, compañeros de entonces afirman que tal vez ese ritmo de trabajo pudo haber minado bastante su salud. Su permanencia en La Perfecta duró hasta el año de 1968, cuando graba el disco Champagne (Sello Tico, 1968), cambiando totalmente de giro al unirse en Octubre de ese año a la orquesta del Lloyd Price Turntable, aunque no se desconecta totalmente del ambiente latino, siendo invitado a varias grabaciones y alternando con grupos como Fania All Stars, con el que participa en el famoso concierto del Cheetah en la ciudad de New York, en Agosto de 1971.

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